Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 1982. Vol. (6).
Jesús Fuentes
P.S.O.E
Nuestra política sanitaria parte de que debe de acometerse:
1.- Una legislación que implique una nueva definición de enfermedad mental e introduzca un modelo de planificación asistencial progresivo y moderado.
2.- La creación del Plan de Salud Mental con especificación de plazos de realización y financiación.
3.- La reorganización de los recursos actuales para su mejor utilización y ampliación de la asistencia a través de asistencia extrahospitalaria.
y 4.- Una progresiva transformación de los centros psiquiátricos.
Para conseguirlo proponemos:
1.- Incluir la Salud Mental dentro de la Seguridad Social y potenciar la asistencia extrahospitalaria.
2.- Potenciar y desarrollar las acciones de carácter preventivo.
3-. Aumentar los recursos humanos y materiales.
4.- Aumentar la calidad asistencial.
5.- Necesidad de Planificación Global de atención graduada de asistencia sanitaria.
y 6.- Planificar acciones paralelas tendientes a ir prescindiendo progresivamente de los actuales manicomios.
La financiación de todos estos capítulos la acometeríamos con cargo a la Seguridad Social, pero no de improviso, sino con criterios de gradualidad en la financiación y en la implantación de un nuevo sistema sanitario, fijado en un horizonte de 10 años.
Orientación escolar
En lo que se refiere a nuestra política en el campo de la enseñanza desataría:
1) Necesidad de una renovación pedagógica.
2) Reforma de las enseñanzas actuales. Inclusión de nuevas materias relacionadas con la experiencia diaria: educación sexual, educación para conocimiento de los medios de comunicación, etc.
y 3) Reforma de la formación del profesorado, incrementando los conocimientos psico-pedagógicos.
Hoy por hoy es imposible definir un calendario, así como propuestas mas concretas, puesto que cualquier reforma debe ser participativa y este esquema requiere no encasillar excesivamente.
En cuanto a la financiación habrá que estudiar la profundidad de la reforma y realizar su cuantificación económica.
Conviene añadir la necesidad de crear equipos psicopedagógicos de orientación de forma inmediata y racional.
Considerando el problema del fracaso escolar de forma global tendríamos que planificar la lucha contra él a nivel nacional; las distintas administraciones, utilizando sus recursos peculiares, pueden ejercer una mejor acción de atención a los alumnos con problemas.
La labor de los actuales servicios ( Institutos de orientación, Gabinetes municipales psicopedagógicos...) no puede ser uniforma, pues, mientras, en muchos casos existen auténticos profesionales, en otros muchos se da más el voluntarismo cuando no el abstencionismo. Lo lógico sería una reunificación de organismos y de criterios mínimos de actuación, introduciendo las mejoras precisas y los complementos personal y técnico necesario.
Pasando al tema de la educación especial, cabe decir que en ningún caso debe ser marginadora, sino integradora. Como principio general la educación al minusválido debe hacerse en la misma clase, huyendo de los actuales esquemas que impartiendo educación especial en aula diferente del mismo centro, la convierte en ghetto.
Problemas profesionales
Seria faltar a la honradez, si afirmara que el PSOE tiene un plan concreto, cuantificado y calculado al máximo y al mínimo en cuanto a fechas sobre la incorporación del psicólogo al trabajo. Es infantil pensar que un psicólogo tiene para cada colectivo de la sociedad española un plan pormenorizado.
Mas bien creo, que independientemente de las acciones generales que puedan posibilitar la incorporación del psicólogo dentro del amplio campo de los servicios públicos, tendríamos que abrir un dialogo profesional entre la psicología y la Administración, que posibilitara encarar los problemas planteados de una forma racional, posible y realizable.
No está claro ni tampoco sería bueno que un Gobierno Socialista que pretende aumentar la participación de los ciudadanos, tuviera elaborado un programa sin contar con el colectivo interesado. El cambio de actitud de un Gobierno Socialista supondrá abrir el dialogo entre Administración y psicólogos, no como enemigos, sino como dos colectivos dispuestos a buscar soluciones a los problemas de forma no maximalista ni dogmática. También olvidando ciertos planteamientos corporativistas o gremialistas.
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