Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1985. Vol. (19).
Juan Carlos Duro Martínez y Consuelo Escudero Álvaro
Desde los inicios de la Psicología como algo más que una elucubración metafísica, es decir, desde las investigaciones de Wundt en su laboratorio de psicología experimental en Leipzig en 1879, los caminos recorridos por este joven saber han sido numerosos y diversos. En estos escasos 100 años de historia la teoría psicológica y su implantación en la práctica social ha sido tan considerable que nuestro esfuerzo por dar una visión general del desarrollo logrado en alguna parcela (los grupos) ha de quedar necesariamente con lagunas y omisiones ampliables, esperamos, por futuros trabajos a publicar.
El fenómeno que pretendemos ilustrar en este artículo (como introductor a los trabajos que componen este A fondo) es lo que podríamos llamar el pasaje de la psicología individual a la psicología social.
Seguramente, los términos siempre son equívocos y polisémicos. Intentemos aclararlos. Con la expresión "de la psicología individual a la psicología social" queremos señalar el desplazamiento acaecido en la psicología a tres niveles: epistemológico, metodológico y de intervención.
En cuanto al nivel epistemológico, en la medida que ha ido avanzando el pensamiento científico (rupturas epistemológicas y surgimiento de nuevos paradigmas), ha cambiado la concepción de los fenómenos psicológicos. Los primeros psicólogos (Wundt y sus discípulos del Instituto de Psicología de Würzburgo, Ebbinghans, F. Galton, A. Binet, etc.) tomaban como objeto de sus investigaciones la sensación, la percepción, la memoria, atención, comprensión, etc., considerándolos corno elementos aislados y yuxtapuestos en el individuo. Posteriormente, en los años 20 la Psicología de la forma de Berlín (M. Wertheimer, W. Kechler, K. Koffka, etc.) empiezan a considerar los hechos como unidades organizadas, aunque se mantienen dentro de los campos antes citados (percepción, inteligencia, etc.) y con una fuerte influencia de la introspección como único método de conocimiento.
Es como reacción a la introspección y al antropomorfismo, que surge el interés por una psicología fisiológica y objetiva. 1. Pavlov, W. Bechterew y otros ponen las bases para que J. B. Watson funde en 1913 el conductismo que estudia las reacciones de un organismo, de su conducta ante el medio. La fuerte influencia de los trabajos de laboratorio, de la fisiología y de la psicología animal (H. S. Jennings, E. Thorndike, R. M. Yerkes, etc.) hace que se mantenga una perspectiva individual y descontextuada de los fenómenos psicológicos, aún cuando se comienza a introducir el concepto de medio como generador de estímulos ambientales que provocan las respuestas del organismo humano.
El auge de "lo individual" lo podernos ubicar con el desarrollo de la psicología diferencial a partir de la influencia social de las teorías darwinianas. El afán por la medición y comparación de las diferencias individuales (factores) posibilitado sobre todo por la creación por A. Binet de su test de inteligencia en 1905 y por el aporte de la psicología estadística (K. Pearson, Spearman, Burt, etc.) está emparejado con el pensamiento dominante en la época referente a la influencia casi determinante de los factores hereditarios y a las escasas posibilidades de modificación del medio y de las personas genéticamente "marcadas". Excepción merecen las concepciones genéricas en la URSS, donde tras la Revolución de Octubre de 1917 se llega a condenar la práctica de los tests que consideraban poco modificables las diferencias observadas y por tanto justificaban la existencia de las clases explotadoras. Este planteamiento respondía más bien a una concepción ideológica con indudables repercusiones en su aplicación social, que a un desarrollo teórico de lo social en la psicología.
En parte paralelamente al desarrollo de la psicología experimental y diferencial y en parte como respuesta a la "frialdad" del laboratorio y de los datos estadísticos, se va desarrollando a partir de la práctica psicopatológica, la llamada psicología clínica (Ribot, P. Janet, G. Dumas, etc.) que con los aportes de S. Freud cobra un auge insospechado marcando profundamente los posteriores desarrollos teórico-técnicos de la psicología.
El método clínico basado en la relación dual mantiene el carácter individual de los conflictos aunque, por influencia del psicoanálisis, comienza a incluirse la historia del sujeto y las experiencias vividas en su medio familiar y social como determinantes en el proceso del enfermar.
Este pequeño repaso por los orígenes de la psicología nos muestra un abandono progresivo de las teorías asociacionistas, factorialistas (individualizantes en suma) para ir estudiando los hechos psicológicos más relacionados con su historia y contexto.
Las modernas teorías de aprendizaje (Skinner, Bandura, Walters, etc.), los desarrollos de la psicología infantil (Gesseli, Piaget, H. Wallon, etc.) psicología soviética (Luria, Leontiev, etc.), los desarrollos del psicoanálisis, etc., van dando progresiva importancia al medio social en el proceso de socialización del individuo desde teorías más globalizadoras (y por tanto más científicas).
Al tiempo que el estudio de "lo individual" ha ido cambiando en cuanto a su modo de pensarlo, haciéndose "más social", han surgido nuevos campos de estudio, sobre todo el grupal, que comentaremos más adelante.
En cuanto al segundo nivel que nos referíamos al principio: el metodológico, también se ha cambiado de enfocar el estudio de los fenómenos psicológicos considerando a las personas aisladas e individualmente (tests y entrevistas individuales) a estudiarlas en el aquí y el ahora, en relación con los otros, en sus comportamientos sociales, etc.
Por último, y quizás el más llamativo, en el nivel de aplicación social o intervención, se ha producido un espectacular salto. De los estudios psicométricos y proyectivos de las personas presuntamente anormales, a los grupos y a las instituciones terapéuticas. De los "exámenes" de inteligencia para etiquetar a los alumnos deficientes, a la intervención en la institución escolar y sus programas pedagógicos. De la selección de personal y adaptación del hombre a la máquina, a la formación grupal en las empresas. De la psicología individual, a la psicología de la comunidad.
Este pasaje en la intervención de "lo individual a lo social" se produce en el desarrollo histórico por la necesidad de la sociedad (y por tanto de sus instituciones políticas, sanitarias, educativas, cte.) de dar respuestas a las demandas que día a día se van complejizando. Ya no es el individuo el que se desajusta a su medio, sino que aparecen nuevos problemas: la escuela genera fracaso, los grupos familiares se desequilibran, las empresas entran en crisis de todo tipo, la toxicomanía, nuevas enfermedades, etc. Esta complejización de lo social exige nuevos enfoques de comprensión y nuevos métodos de intervención. la psicología social y los grupos, creemos, cumplen esa función histórica.
De nuevo la ambigüedad. ¿Qué grupos? ¿Qué define a un grupo? ¿Con qué técnicas se trabaja en grupo? Estas y otras preguntas empiezan a ser ya clásicas entre los psicólogos interesados en este campo. Nosotros dejaremos que los lectores vayan encontrando sus respuestas. Sencillamente nos referiremos a continuación a aquellas teorías y técnicas psicológicas que trabajan con agrupaciones de personas reunidas con alguna finalidad. Haremos por tanto, un resumen panorámico e histórico de las principales corrientes grupales desarrolladas hasta nuestros días. Intentaremos articular por un lado, las tres líneas más significativas en cuanto a su influencia en el marco teórico de las restantes, y no tanto por Su mayor 0 menor importancia frente a otras; y por otro, el desarrollo histórico de todo el fenómeno grupal en términos generales.
Hay un primer período de 1919 a 1927 aproximadamente, en el que comienzan a aparecer diferentes experiencias en grupo, fruto de la experimentación u observación directa de los fenómenos grupales, tanto en el campo clínico como en el social. Nombres como Pratt y su trabajo con tuberculosos; Cooley y su división en grupo primario y secundario que todavía hoy influye en la investigación en psicología social; Elton Mayo con su investigación sobre la fatiga en la Western Electric Company; y Taylor con su concepción de chivo emisario, por citar las más relevantes, fueron recortando un nuevo campo de trabajo: el grupo y sus fenómenos.
A partir de este momento, podemos ir delimitando diversos enfoques y sus aportaciones más significativas. Dentro ya del psicoanalítico, señalemos que el origen de todos los trabajos grupales fue doble. Por un lado, y aún con las diferencias que se estructuran a lo largo de su compleja historia y de las distintas maneras de enfocarlo, la obra de Freud y más concretamente su trabajo "Psicología de las masas y análisis del yo", donde plantea sus aportaciones a la psicología social y de grupos. Por otro, el desarrollo se fue gestando a partir del trabajo realizado por los psicoanalistas en instituciones públicas donde se hizo necesario un nuevo planteamiento para el abordaje clínico-terapéutico.
Los pioneros en este enfoque (1919/ 1927) fueron Simmel, Schilder y Slavson, que trabajaron fundamentalmente sobre la abreacción y el insight de neurosis traumáticas de guerra, interpretando al individuo en el grupo.
Posteriormente, aparecen en los años 40 los analistas afincados en Inglaterra, alrededor de la British Psychoanalytical Association. De ellos, Foulkes es el más destacado y el iniciador, junto con Anthony, de la terapia grupo analítica. De formación freudiana, concibe al grupo como un todo, entendiendo la situación grupal como clave en el desarrollo humano. Son conocidos sus trabajos en el Northfield Hospital, centro que supuso uno de los núcleos fundamentales en todo el desarrollo posterior de la psiquiatría social inglesa, y donde coincidió con Bion. Extiende el campo de aplicación desde la clínica a la formación. Funda en Inglaterra la Group Analytic Society y el Instituto of Group-Analysis. Entre los continuadores de su línea, en la actualidad podemos citar a M. Pines.
Contemporáneo suyo y miembro de la English School of Psychoanalysis, es Bion, de formación Kleiniana. Influyó decisivamente sobre los trabajos de la Tavistock Clinic, otros de los centros claves de desarrollo de las comunidades terapéuticas. Sus concepciones sobre los grupos, cultura de grupo, supuestos básicos, grupo de trabajo, etc., han sido fundamentales a lo largo de todo el movimiento grupal. Citemos en la misma línea a Ezriel y Bahía, con sus aportes sobre la transferencia. Así mismo, es interesante el trabajo realizado por Balint en grupos de formación para médicos.
La línea bioniana será desarrollada en Argentina, por psicoanalistas como M. Langer, L. Grimberg, E. Rodrigué y en menor media A. Aberastury, que amplían sus aplicaciones al campo de la psicoprofilaxis. Darán lugar posteriormente a la llamada Escuela Argentina de grupo. Dentro de esta escuela se sitúa Pichón-Riviere, iniciador de la técnica operativa de grupos, alrededor de 1948. Psicoanalista de formación Kleiniana, incorpora a su teoría la concepción de rol de H. G. Mead, la noción de campo, situación y aspectos topológicos de K. Lewin y el obstáculo epistemofílico de Bachelard. Inicia su concepción alrededor de dos problemas teórico-técnicos: el tratamiento de psicóticos y sus familias y la formación en psiquiatría. Funda hacia 1958 junto con Bleger, Liberman y Rolla, la Escuela de Psiquiatría Dinámica, después llamada de Psicología Social. Conceptos básicos de su enfoque serán el emergente como estructurante de la diacronía-sincronía, la enfermedad única, el enfermo como depositario de la enfermedad familiar y la tarea alrededor de la cual se estructura el grupo.
Este enfoque trata de recortar el objeto de la psicología social, en torno a la relación dialéctica entre estructura social y fantasía inconsciente. Posteriormente, otros autores desde diferentes elaboraciones teóricas y aplicaciones prácticas, profundizan en esta línea de pensamiento. A. Bauleo que incorpora elementos del materialismo dialéctico en la teorización de la psicología social y grupal, H. Kesselman y N. Caparrós, que desarrollan aspectos de la psicología vincular en lo grupal.
Para finalizar con la línea psicoanalítica, en Francia citemos el planteamiento de Pontalis (1963), sobre la noción del grupo como objeto. Formulaciones como la estructuración del inconsciente corno un grupo, la existencia de un aparato psíquico grupal, o la tesis según la cual el grupo es un sueño, aglutinan a una serie de psicoanalistas que trabajan sobre grupos, entre otros a Lebovici y Anzieu, que utilizan además determinadas técnicas psicodramáticas de movilización, y a R. Kaes.
Una de las líneas que más influencia ha tenido por sus aportaciones, es la "teoría del campo" de K. Lewin (1 936). Alemán exiliado a E.E.U.U., estuvo unido al comienzo de sus trabajos a los psicólogos de la Gestalt, pero más tarde se separó. Funda en 1945 el Research Center for Group Dynamics, con el objetivo de estudiar las relaciones humanas. Es el creador del término "dinámica de grupos". Su enfoque es eminentemente experimentalista y sus concepciones sobre la tensión de grupo, conflicto, clima, decisión grupal, cambio y a al cambio, fueron fundamentales y han impregnado prácticamente las corrientes grupales, u contemporáneos, como las posteriores.
Sus discípulos, entre los que podemos citar a Lippit, Benne, Bradford y Sheppard, continuaron esta línea y fundamentaron los principios teóricos del laboratorio social y del training group, incorporando influencias de la teoría del aprendizaje. Desde entonces, su difusión fue rápida se extendió a otros países, principalmente en Francia (M. Pages y Faucheux). Actualmente, el T- group es utilizado como "pedagogía activa", en seminarios y cursos de formación.
Otra de las líneas importantes en el movimiento grupal es la psicodramática. El psicodrama nace con Moreno alrededor de 1925, año en que se traslada a E.E.U.U. y funda en New York el Instituto Moreno de Psicodrama, Fundamentalmente interesado por el teatro, recoge de éste su peculiar forma de expresión, a través de sentimientos y pasiones. Algunas de las técnicas empleadas son el doble, el soliloquio, la inversión de roles, etc. Es el creador del término "psicoterapia de grupo". Aunque Moreno puso especial hincapié en establecer las diferencias con el psicoanálisis, lo cierto es que el concepto de catarsis de Freud, tiene una importancia central dentro del psicodrama. Otros conceptos que Moreno readaptó, son el rol de H.G. Mead y la espontaneidad de Bergson.
Después de Moreno, el desarrollo del psicodrama ha estado influenciado fundamentalmente por el psicoanálisis, o bien sus técnicas han entrado a formar parte de los recursos de movilización en casi todos los enfoques posteriores. Lo cierto es que ya no se aplica el psicodrama tal cual lo ideara Moreno.
En la articulación psicodrama-psicoanálisis, podemos situar en Argentina al Grupo Experimental Psicodramático Latinoamericano, Pavlovsky, M. Bouquet y Moccio, entre otros. En Francia, la articulación se hace desde el psicoanálisis lacaniano, entendiendo el discurso grupal corno el discurso inconsciente. Se caracteriza así mismo, por una distinta utilización del juego y "la mirada", como particularización de la naturaleza de la transferencia. En esta línea podemos citar a G. y P. Lemoine, creadores de la Societe d'Etudes du Psychodrame Practique et Theorique.
El psicodrama trabaja fundamentalmente en el campo clínico (adultos, adolescentes, niños) y en la formación.
A partir de los años 50 y 60, los grupos constituyen un movimiento de tal envergadura, que es ya prácticamente imposible delimitar claramente líneas. Unas y otras se influyen mutuamente y se incorporan concepciones y técnicas que permiten solucionar problemas teórico-técnicas y abordar campos nuevos. A este enorme desarrollo contribuye decisivamente la puesta en marcha de instituciones públicas y en algunas ocasiones privadas, bien hospitalarias o comunitarias; de las que irán surgiendo los cuestionamientos a la psiquiatría oficial y plantearán articulaciones nuevas entre psicología social, grupos, clínica, etc. Así, surgirán sí movimiento antipsiquiátrico y de comunidades terapéuticas en Inglaterra, la psiquiatría de sector y las intervenciones institucionalistas en Francia, el movimiento de los Community Mental Health Center en E.E.U.U., Psiquiatría Democrática en Italia, etc., por citar las más relevantes.
El crecimiento en los planteamientos sobre grupos está en su apogeo. Empiristas corno Asch, Newcomb, Festinger y Bales, entre otros, con sus concepciones de la transformación del hombre en sociedad, comunicación interpersonal, disonancia cognitiva o interacción personal en grupo, contribuyen a la
observación y experimentación sobre grupos. En estos años, y bajo la denominación de Movimiento de Potencial Humano, se agrupan una serie de líneas y tendencias, orientadas por los principios de la psicología humanista. Reúnen como característica común, ser opciones alternativas al psicoanálisis y al conductismo, sosteniendo en el centro de sus formulaciones la posibilidad terapéutica del crecimiento personal. Veamos las más significativas.
El enfoque bioenergético, que tiene su origen en Reich (1920/1957) y en las dos etapas por las que atravesó, vegetoterapia y organoterapia. Sus seguidores (Lowen, Keleman, Baker, etc.) optan por una u otra tendencia. El cuerpo ocupa un lugar central tanto en la teoría como en la técnica. El objetivo es detectar la tensión muscular y aliviarla, liberando el recuerdo y permitiendo la utilización de la energía bloqueada.
Los grupos de encuentro o sensibilización tienen su origen en Rogers (1950) y en ciertas concepciones del psicodrama moreniano. Surgen corno aplicación técnico-terapéutica del T. group clásico. En la actualidad, se introducen además, otras técnicas como el grito, el trance, el cuerpo, etc. Bajo esta denominación, se conocen también los grupos de línea bioenergética.
Los grupos gestálticos, cuyo origen lo podemos situar en las teorías sobre la percepción desarrolladas en Frankfurt. La psicoterapia gestáltica grupal se desarrolla más tarde con Perls. En su formación se integra el psicoanálisis, Reich y la psicología existencias. la primacía al aquí y ahora, a la conciencia y a la vivencia como localización de la experiencia.
Por último, dentro del movimiento de potencial humano se sitúa el Análisis Transaccional de Berne, que creó un sistema unificado de análisis individual y social aplicable a todo tipo de relación humana. Utiliza como procesos de abordaje, la introspección y la intelectualización. Es fundamentalmente activa y explicativa.
Alrededor de los trabajos de Bateson, Wiener, Von Bertalanffy y de los investigadores del Mental Research Institute de Palo Alto, se estructura la Teoría General de los Sistemas que aplicada al campo de la psicología, trabaja principalmente sobre los procesos de comunicación centrados en el estudio de la interacción de los seres humanos y de la familia en particular. El grupo humano se concibe como un sistema. Es decir, una totalidad dotada de finalidad y autodirección.
Por último, apuntar en este resumen, que desde campos tan alejados, en un principio, de lo grupal como la terapia conductual, se han realizado dentro de su marco, terapias de grupo en desensibilización sistemática, entrenamientos asertivos y adquisición de habilidades sociales. Según Freedman, la situación del grupo sirve para afrontar patologías individuales como reforzador social y estímulo provocador de respuestas.
Refirámonos sucintamente ahora a nuestro país. Aunque en España a principios de siglo se empezaba a aplicar la psicología en campos concretos (escolar e industrial) el frenazo que supuso la guerra civil a los proyectos de la república, nos sumió en un profundo impasse en cuanto al desarrollo de la psicología. El período autárquico únicamente permitió la introducción en el ejército español de algunas técnicas que los norteamericanos venían utilizando en organización, selección y formación de personal.
Con la creación de la Escuela de Psicología de San Bernardo en 1954 y las secciones de Psicología en Madrid y Barcelona de las Facultades de Filosofía y Letras en 1968, comienza a cobrar entidad la existencia de psicólogos en nuestro país. Muestra de nuestro notable retraso respecto a otros países (industrializados o con otro sistema social) lo tenemos en estos dos ejemplos.
Mientras que en E.E.U.U. Kennedy en 1963 da un importante giro en la atención en salud mental con la creación de los Centros de Salud Mental Comunitaria, y en Cuba en 1968 el Ministerio de Salud Pública decide la incorporación de los psicólogos en los distintos niveles de atención a la salud, en nuestro país no existía ni una sola Facultad de Psicología independiente y los puestos de psicólogos en las instituciones públicas eran inexistentes. Quizá no hayamos mejorado mucho, pero indudablemente el boom de la psicología se ha producido, al menos en cuanto a desarrollo de las Facultades de Psicología (y por tanto, del número de estudiantes y licenciados) y a la proliferación de las diferentes líneas teóricas existentes en el "mercado internacional".
En cuanto al desarrollo de los grupos, podemos decir que se inicia en los años 70 y va cobrando auge en los 80 en base a la introducción en nuestro país de la práctica totalidad de las líneas de trabajo antes citadas, aunque con diferente grado de implantación.
Las necesidades sociales también han cambiado. Si veíamos que en el proceso científico sufrido por la psicología (como otras ciencias), ha sido determinante la necesidad de dar respuestas teóricas y técnicas a nuevos problemas surgidos de los procesos sociales, en España ese cambio ha sido (está siendo) relativamente rápido. Cuando todavía no se había desarrollado e incorporado a la práctica social un sólido modelo psicológico individual en ninguna de sus líneas teóricas más reconocibles (psicoanálisis y conductismo), en los clásicos campos de aplicación de la psicología (escolar, clínica e industrial) ya habían surgido cuestionamientos teóricos y sobre todo nuevos ámbitos de intervención. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a las distintas experiencias en el campo de la salud y de la educación en Madrid, por citar algo cercano y conocido por nosotros mismos: los Centros de Promoción (o Municipales) de Salud y los Servicios Psicopedagógicos Municipales. Los nuevos enfoques de trabajo en estas instituciones, necesariamente plantean, cuando menos, una adecuación de paradigmas ya conocidos y, las más de las veces, la creación de un arsenal técnicometodológico del que los grupos forman parte insustituible.
La psicología social se va convirtiendo, pues, en marco conceptual para una psicología de intervención social en la que "la psicología del grupo nos aparece como una de las disciplinas científicas con un futuro más prometedor y con una complejidad práctica cada vez más acuciante" (S. Barriga, 1984).
El debate, la profundización sobre los grupos, está abierto. los problemas de índole teórica y técnica son numerosos desde cualquier línea teórica, pero ya vamos disponiendo de experiencias prácticas (en la clínica grupal, en el trabajo comunitario, en la psicología de la salud, en la formación de personal sanitario, educativo y social, en la prevención, en la promoción de salud, etc.) que nos han de "empujar" a la formación de esa nueva psicología que responda a las necesidades sociales actuales.
BIBLIOGRAFIA
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