Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1989. Vol. (41-42).
ANDREU OBRADOR I SIQUIER
Cap de Sots-secció d’Acció Social i Drogodependències de la Diputació de Barcelona. Servei SPGTT. Membre del Col-legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya
Las FA (familias de acogida) como recurso terapéutico todavía no cuentan con el soporte de todos los profesionales que trabajan en drogodependencias debido a la falta de información que existe en este campo en nuestro país.
Tanto en Europa como en Estados Unidos son muchos los años en que se ha incorporado este recurso en el proceso de rehabilitación y reinserción de heroinómanos. Dos son los modelos que han marcado nuestra experiencia a través de los últimos siete años: Suecia y el Centro Didró de París.
Durante este período de tiempo, desde 1983, que ingresamos 100 personas en FA, hasta. el primer semestre de 1989, han utilizado este recurso un total de 108 usuarios.
Encuadre de la familia de acogida
Si planteamos el tratamiento de heroinómanos desde una perspectiva biopsicosocial, en que se analiza cada caso de forma individualizada, y de forma interdisciplinaria, estableciendo un conjunto de programas específicos que responden a situaciones personales de los afectados, a saber:
- Programa de preparación al tratamiento.
- Programa de desintoxicación.
- Programa de deshabituación..
- Programa de reinserción
- Programa de seguimiento.
En cada uno de estos programas se pueden establecer recursos específicos que dan soporte a la tarea terapéutica que el terapeuta referencial haya diseñado para cada caso. En principio nuestra experiencia se centra en los programas de deshabituación y reinserción, y más concretamente las familias de acogida rurales realizarán tareas más de deshabituación y las urbanas de reinserción, aunque puedan utilizarse las rurales indistintamente,
Entendemos por familia de acogida
Toda aquella persona, o personas, que vivan bajo un mismo techo y que sean capaces de crear un entorno terapéutico apto para desarrollar la personalidad del individuo de forma autónoma.
Características de la familia de acogida para los toxicómanos
A través de estos años de experiencia hemos ido confeccionando una serie de características que son básicas para llegar a ser FA:
1. Equilibrio emocional Que la familia sea estable y no tenga conflictos que puedan distorsionar la convivencia y sí criterios claros sobre las relaciones humanas (afectivas). Que haya una capacidad de vinculación y «desvinculación», sabiendo que la estancia es temporal.
2. Actitud de rechazo ante el consumo de drogas. Incluyendo las culturalmente establecidas serían lo óptimo. (Esto supondría tener información sobre el tema de las drogas.)
3. Capacidad de acogida. Es muy importante que la persona se sienta efectivamente amparada. La familia ha de tener una gran capacidad de diálogo, comprensión por el problema y ganas de querer ayudar.
4. Capacidad laboral y ocupacional. Que pueda encomendar trabajos concretos y específicos al acogido. Que en la casa hayan muchas faenas a hacer a fin de que nunca esté sin hacer nada. Cuando hablamos de tareas básicamente podríamos diferenciarlas en: dentro de casa, que serían todas aquellas que hacen referencia a la organización de la vivienda, tareas de bricolage, pintura, cerámica, etc.; y fuera de casa, que serían tareas de trabajo básicamente manual de esfuerzo físico: agricultura y ganadería, oficios como, por ejemplo, paleta, mecánico...
5. Marco físico aceptable. Dos características básicas son: a) el espacio -la posibilidad de tener una habitación propia, de moverse por la casa sin encontrarse con gente, cte.-, y b) sanitarios –la casa ha de disponer de unas condiciones básicas de higiene, sin humedad, ni frío, con ducha...
6. Familia con conocimientos de los problema derivados del uso y abuso de las drogas. Evidentemente tiene que darse un período de formación o información, sobre este tema, pero si la familia no está enterada por diversas circunstancias será mucho mejor.
7. Estabilidad en el lugar de estancia, en relación con los vecinos y participación o compromiso con las tareas sociales del entorno.
8. Preocupación por la higiene y el aspecto personal, por ejemplo, indumentaria, limpieza personal, etc. Los toxicómanos inciden mucho en este aspecto.
9. Informe favorable de dos profesionales del centro tras mantener entrevistas previas y visitar la familia in situ.
El papel del terapeuta en el programa de familia de acogida
El terapeuta referencial (TR) miembro de un interdisciplinario será un punto de apoyo imprescindible desde el inicio del programa de preparación al tratamiento hasta el seguimiento final.
El terapeuta está informado de las características, de cada una de las FA, sabe que puede contar con este recurso para un paciente que le sea más idóneo. Cada FA tiene unas connotaciones específicas, como también cada heroinómano. Es necesario tener en cuenta la evolución terapéutica desde la demanda inicial de tratamiento para de este modo poder dar la respuesta terapéutica más oportuna.
El proceso para ingresar en una FA sería el siguiente:
l. El terapeuta decide que el toxicómano vaya a una FA dado el diagnóstico. polidimensional realizado.
2. Pide al coordinador cuáles están libres o lo estarán en seguida.
3. El TR y el coordinador evalúan si esta FA es apta para el paciente propuesto.
4. El TR hace la preparación del paciente, explicando y haciendo tomar conciencia de cada punto del compromiso, que tendrá que firmar, añadiendo, si es necesario, algún punto específico. (Las características básicas para subir a la FA están recogidas en otro apartado).
5. El TR presenta al coordinador de las FA tanto al paciente como a la familia del paciente.
6. El coordinador se pone en contacto con la FA para mantener una entrevista con el paciente en el lugar de la FA y/o del SPOTI'.
7. Cuando el TR lo considere necesario, juntamente con el coordinador y con la FA, se decidirá la fecha de ingreso.
8. Desde el momento en que el muchacho ingrese, el coordinador informará semanalmente al terapeuta de las incidencias del paciente.
9. El TR visitará al paciente en el lugar de la FA, o en el del SPOTT como mínimo una vez cada dos .meses.
10. El TR indicará el tiempo de estancia en la FA, comunicándolo al paciente y al coordinador.
11. El alta la dará el terapeuta junto con el coordinador.
12. Los casos de expulsión se harán conjuntamente terapeuta-coordinador-FA, aunque la FA pueda hacerlo unilateralmente.
Otras tareas del TR serían:
- El terapeuta realiza un seguimiento individual del caso para retomarlo a nivel ambulatorio.
- Tiene que elaborar el programa del paciente.
- Preparar a la familia del paciente.
- Tomar decisiones en relación a las visitas tanto de la familia propia como de la de origen.
- Decidir salidas y desplazamientos.
- Trabajar terapéuticamente la familia propia, o de origen, para el regreso del residente.
Toda persona afectada de drogodependencia que reúna las condiciones óptimas para su ingreso puede acceder a una familia de acogida.
Es muy difícil elaborar un prototipo de persona para la FA dada la cantidad de variables con la que no podemos encontrar. Así y todo marcaremos unos rasgos que es necesario tener en cuenta:
1. Personas que han pasado por una comunidad terapéutica sin programa de reinserción y han de iniciar una integración en sociedad, una normalización de su vida. Esto supone una abstinencia de drogas mínima de unos meses.
2. Personas en las que la relación familiar de origen o la propia sea distorsionada o contraproducente para el buen proceso de abstinencia tras la desintoxicación: ambiente muy contaminado, por ejemplo, hermanos toxicómanos en activo, etc.
3. Personas que siendo abstinente en su medio les es muy difícil, puesto que no tiene una ocupación concreta.
4. Personas que no han trabajado nunca, esto es un fuerte impedimento para su integración. La estancia a la FA tendrá como objetivo iniciar el proceso de trabajo.
5. Personas con falta de recursos económicos para poder desarrollar una vida normal en la sociedad sin contactar con el mundo de las drogas.
6. Ninguna posibilidad de control familiar.
Los terapeutas participamos de una sociedad en la que se desarrolla un fenómeno llamado drogodependencia; esta misma sociedad, en la cual estamos inmersos, debe encontrar respuesta a un problema que ella misma crea; el psicólogo, a través de su trabajo tanto en instituciones públicas o privadas sin ánimo de lucro, puede apartar su técnica profesional para incentivar la creación de recursos profesionales aptos para responder a la problemática creada.
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