Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1990. Vol. (43).
I. FERNANDO MÁRQUEZ GALLEGO.
Subdirección de Salud Mental
Desde la aparición del marco legislativo técnico de la Ley General de Sanidad y el Informe Ministerial para la Reforma Psiquiátrica, se fue gestando en Galicia la idea de instrumentar y materializar en un proyecto concreto de salud mental el conjunto de normas, principios y recomendaciones contenidos en dichos textos.
A mi entender, el momento central de este proceso lo constituye la creación oficial de la Comisión Asesora en materia de salud mental, de la que se dota la Consellería de Sanidad de la Xunta de Galicia por Orden de 12 de noviembre de 1986.
Dicha Comisión, que venía funcionando, menos formalizadamente, desde hacía algunos meses, intensifica su trabajo y produce, en aproximadamente ocho meses, un documento técnico llamado «Bases para la elaboración del plan gallego de salud mental», que ha venido siendo, durante el tiempo transcurrido desde entonces, la referencia técnica fundamental que ha orientado la actuación del Servicio de Salud Mental y Drogodependencias de la Dirección General de Salud Pública y posteriormente de la Subdirección de Salud Mental del Servicio Gallego de Salud.
• En las citadas «Bases», en su apartado 1 de Consideraciones Generales, y concretamente en el punto 1.3, titulado como «Principios Básicos del Modelo y Directrices Generales de Actuación», se señalan, entre otros, con tal carácter sustancial:
a) La interdisciplinariedad, que afectaría tanto a la composición como al funcionamiento de los equipos de salud mental, señalando que han de basar su trabajo en la cooperación de sus miembros (añadiendo el sello peculiar de la trandisciplinariedad) y que se concreta en el capítulo III, referido a la composición de los equipos, apareciendo, explícitamente, la figura del psicólogo en todos ellos.
b) La especialización que supone la atención y la capacitación suficiente en las áreas con características poblacionales específicas (salud mental infantojuvenil, psicogeriatría, alcoholismo y drogodependencias no alcohólicas, SIDA ...).
c) La organización de la docencia y formación, con las peculiaridades exigidas por los diversos programas de salud mental.
• En la guía de Recursos Asistenciales en Salud Mental de la Comunidad Autónoma de Galicia, y en el capítulo IV del documento de «Bases para la elaboración del plan gallego de salud mental», se hace un recuento del conjunto de los recursos humanos y materiales necesarios para la puesta en marcha del plan gallego de salud mental, suponiendo para el colectivo profesional de psicólogos la necesidad de pasar, en la red pública de salud mental, de los 38 psicólogos actuales a los 99 previstos para el desarrollo completo del proyecto lo que supondría la formación de 61 psicólogos en los próximos años, según lo contemplado en el capítulo V del mencionado documento técnico, dedicado a los programas de docencia y formación.
No viene esto sino a confirmar un planteamiento presente desde el primer momento, a saber, la estrecha vinculación de la necesidad del PROGRAMA PIR con el proceso de transformación del Subsistema de Salud Mental y de su integración en el Sistema General de Salud, previsto en el plan gallego de salud mental.
• Todo ello señala la necesidad de planificar los programas de formación de una forma integral y en función de los planteamientos de la Reforma Psiquiátrica para que constituyan una cadena articulada de propósitos, y objetivos:
• La cobertura creciente en amplitud y adecuación de las, necesidades de salud mental de la población (de acuerdo con la concepción integral de la salud).
• El diseño, la organización, implementación y toma de decisiones coherentes en el Subsistema de Salud Mental para satisfacer dichas necesidades en la perspectiva de integración en el Sistema de Salud.
• Establecer los mecanismos y modos de formación de los profesionales y técnicos con el número, rango y cualificación que requiera el proceso emprendido, para conseguir una más alta calidad y una mayor cobertura de las necesidades de salud de todos los ciudadanos.
• Las concepciones apuntadas requieren un modelo y una estrategia que contemple:
1. La previsión del/de los procedimiento/s para alcanzar las metas cuantitativas y cualitativas marcadas.
2. La formación ajustada a las demandas que las tareas clásicas y nuevas imponen: actividades clínicas, investigadoras, para programas no directamente asistenciales (comunitarios, conexión con servicios sociales, formación de agentes de salud, asesoramiento y supervisión ...), que requieren la coordinación de las diversas instituciones que intervienen en la preparación y entrenamiento de profesionales de salud mental.
3. De la misma manera que la atención preferente de la planificación es la de determinar el conjunto y el tipo de necesidades en lo referido a recursos humanos, que las estructuras de formación han de preparar en número e idoneidad al personal que se prevea necesario, los mecanismos de gestión han de ocuparse del empleo y utilización del personal, de acuerdo con la normativa legal y administrativa, para su mejor contribución al logro de los objetivos del sistema, así como de asegurar las condiciones para la supervisión, actualización de capacidades, obtención de otras nuevas y evaluación de la eficacia y eficiencia del personal (proporcionando retroalimentación a la planificación y procedimientos de formación para su progresivo ajuste al logro de las misiones encomendadas, así como recibiendo de ellos elementos que perfeccionen y flexibilicen la gestión).
4. Dada la existencia de competencias departamentales (Ministerios-Consellerías) y/o territoriales diversas (CC.AA., Diputaciones, Ayuntamientos) se convierte poco menos que en imperativa la tendencia a homologar y/o compatibilizar los objetivos y estándares de las diversas estrategias de formación, aunque procedan de orígenes y circunstancias diversos.
5. Se hace imprescindible también establecer mecanismos de financiación suficientes para cubrir las diversas fases del proceso.
6. Como en cualquier otra parcela es necesario proveer al conjunto de los elementos de un sistema de evaluación que permita monitorizar y corregir la dinámica del proceso.
Este modelo debería promover un desarrollo integral e integrado de los recursos profesionales en relación con los objetivos del sistema al que sirven. Creemos, a pesar de la heterogeneidad e insuficiencias de las situaciones de partida, en la necesidad del esfuerzo para hacerlo viable, sobre todo por constituir una dimensión esencial de un proyecto imprescindible: la Reforma Psiquiátrica y la creación de un nuevo sistema de atención en salud mental.
• Finalmente señalar las características que me parecen más significativas del modelo PIR, tal como se viene alumbrando en Galicia:
a) Ante todo su estrecha vinculación con los planteamientos de Reforma Psiquiátrica y puesta en marcha de un plan de salud mental para Galicia.
b) La búsqueda de consenso y participación de las Administraciones (Consellería de Educación Consellería de Sanidad) e Instituciones (Universidad-Colectivos Profesionales ...) presentes en nuestra comunidad autónoma en las diversas fases de producción del DOCUMENTO PARA LA IMPLANTACION DEL SISTEMA PIR EN GALICIA.
c) El hincapié en los aspectos prácticos del programa, con especial énfasis en:
- La supervisión y tutoría.
- En la rotación por los diversos niveles de atención en salud mental y por los diversos dispositivos del circuito asistencial.
- En la creación de la Comisión de Docencia como responsable institucional del buen funcionamiento y de la evaluación del programa.
d) La participación en la iniciativa del Colegio Oficial de Psicólogos con otras comunidades autónomas, para la elaboración del Documento marco de Formación Postgraduada que recoge los planteamientos de un Sistema PIR, en búsqueda de homologación, acreditación y reconocimiento para su transformación en un Sistema Estatal, parece una consecuencia lógica de todo lo expuesto y constituye una solidaria apuesta de futuro.