Papeles del Psicólogo, 1991. Vol. (49).

Colegio Oficial de Psicólogos

Decano de la Facultad de Psicología de Valencia.

Luis Montoro, el pasado 27 de febrero, recogió en nombre de todos los miembros de la Unidad de Investigación en Psicología y Seguridad Vial de la Facultad de Psicología de Valencia, el premio , que la Dirección General de Tráfico otorga a instituciones, empresas, y medios de comunicación que se hayan distinguido por su contribución a la mejora de la Seguridad Vial en nuestro país. El 4 de abril de este año compareció ante la Comisión Especial de Encuesta e Investigación sobre los problemas derivados del uso del automóvil y la Seguridad Vial, invitado por el Presidente del Senado y el Presidente de la citada Comisión para dar su opinión sobre los distintos factores que inciden en la Seguridad Vial. Tras su exposición y las numerosas preguntas de senadores y portavoces de diversos grupos, quedó patente el interés despertado por las perspectivas que abre la Psicología en relación con este tema.

Antes que nada quiero decir, que me siento un hombre profundamente universitario, que entiende la universidad como una institución en la que tienen que convivir la investigación y la docencia, con el hecho de dar también respuesta a las demandas y los grandes problemas de la sociedad, especialmente en el caso de una ciencia tan apasionante y con tantas posibilidades de intervención como la Psicología.

Con independencia de las investigaciones que he podido realizar en campos muy concretos de la Psicología básica, en mi trayectoria como universitario y como psicólogo, ha habido siempre una fuerte preocupación por tres campos de gran resonancia social, en los que además la Psicología española tiene o debe tener necesariamente en el futuro, una importante intervención: las toxicomanías, la delincuencia y la Seguridad Vial.

El campo de las toxicomanías fue mi primera experiencia aplicada de la Psicología, en el Hospital Psiquiátrico de Valencia (Betera). Allí, en el pabellón de alcohólicos y toxicómanos, realicé diversas investigaciones y tuve la suerte de participar en el nacimiento de la primera revista española especializada en el tema de los productos adictivos.

Sí, por supuesto, después he seguido manteniendo contactos con el tema y con muchos profesionales que trabajan en él. De hecho soy en la actualidad codirector de un curso master de 560 horas sobre la prevención de las drogodependencias, que se realiza en la Universidad de Valencia.

El ámbito de la delincuencia también me resultó atractivo, por cuanto significa de grave problema social, ante el que la Psicología y los psicólogos estamos en condición de ofertar soluciones e intervención concreta. Fruto de esta preocupación son los dos libros que tengo escritos sobre el tema y la fundación y codirección -junto con el Dr. Vicente Garrido- de la revista, la única publicación periódica de carácter científico que existe en nuestro país, especializada en el tema.

Ciertamente desde hace bastantes años, mi trabajo profesional y de investigación -aparte del tiempo dedicado al decanato- está centrado casi exclusivamente en el campo del Tráfico. Mi pasión por la Seguridad Vial... yo diría que no es otra que mi pasión por todo lo que me gusta, y el mundo del tráfico me atrae sobre todo porque veo en él un terreno de gran impacto social, Reno de enormes posibilidades, en el que se pueden investigar y aplicar muchos de los grandes temas de la Psicología.

Yo estoy plenamente convencido de que -como ha demostrado la historia y los importantes investigadores que han trabajado este tema en nuestro país desde los años veinte-, los grandes ternas del Tráfico y de la Seguridad Vial, nunca podrán tener solución sí no es desde una perspectiva multidisciplinar, en la que la Psicología ha de desempeñar sin duda un importante papel.

En este sentido, creo que tanto la sociedad como determinadas instituciones privadas y la propia Administración (lo que puede comprobar hace poco en mi intervención en el Senado), están plenamente mentalizadas y receptivas, para aceptar una mayor intervención del psicólogo en el campo del Tráfico y la Seguridad Vial. Ahora depende de nosotros -universitarios y profesionales- saber asumir el reto que esto significa y saber ofrecer nuestros conocimientos, a una sociedad que tiene y tendrá en el Tráfico y en los accidentes uno de sus mayores problemas.

La vida moderna es impensable sin los vehículos con motor, pero éstos a su vez producen muchos efectos secundarios negativos y causan el mayor problema de salud pública que tenernos, De hecho, por años potenciales de vida perdidos, los accidentes de circulación duplican en número a las enfermedades cardiovasculares, y no hay que olvidar que en ellos el factor humano es de vital importancia.

Resulta necesario reconocer el momento crítico en el que se encuentra la Psicología del Tráfico en nuestro país. Espero que investigadores, docentes y profesionales de la Psicología, responsables con el pasado y consecuentes con las demandas de la sociedad actual, hagamos una profunda reflexión y esfuerzo, sobre toda una serie de dimensiones, que en el momento actual van a modelar de manera definitiva, el futuro de la Psicología aplicada al ámbito de la Seguridad Vial. Yo distinguiría como cuatro grandes ámbitos.

Sí, en primer lugar los campos de aplicación. Creo que es muy importante, que la Psicología española amplíe ostensiblemente sus campos de aplicación e investigación en el ámbito del Tráfico, en sea con lo que está sucediendo en otros países de la CEE y USA. Resulta imprescindible por tanto, una fuerte redefinición del rol del psicólogo en este campo, junto con una mayor penetración social y una más alta respuesta de nuestra ciencia, a las demandas sociales en materia de Seguridad Vial.

En lo que se refiere al modelo español de exploración de conductores, sobre el que se asienta buena parte de la labor de un amplio colectivo de psicólogos, creo que es ya necesario que se remodele por dos razones fundamentales. Por una parte para paliar las deficiencias que ha mostrado a lo largo de todos estos años de funcionamiento. Por otra, para hacerlo más acorde con las nuevas concepciones y descubrimientos de la Psicología y de la Seguridad Vial, y conseguir con ello un mayor asentamiento y mejor desempeño profesional de los psicólogos.

Sí, si... no los he olvidado, aún quedan otros dos temas importantes, uno es el problema de la formación en materia de Seguridad Vial y las conexiones en el ámbito internacional. En relación con el primero, si la sociedad tiene en la Seguridad Vial uno de sus, retos más importantes; si el factor humano se ha mostrado como uno de los de mayor impacto; si existen en nuestro país más de 1.200 centros de Reconocimiento de Conductores, que se han convertido en una importante fuente de empleo -estable o transitoria- para muchos psicólogos, aparte de otras líneas de trabajo en instituciones privadas o públicas (DGT, empresas de seguros, etc.), resulta incomprensible la inexistencia de estudios y cursos de formación especializada, que desde la universidad u otros centros, den respuesta a esta evidente realidad y demanda social. En este sentido podrían servirnos de ejemplo los estudios e investigaciones desarrollados en universidades europeas, institutos universitarios u otros centros estatales o paraestatales, de países como Inglaterra, Francia, USA, Alemania u Holanda.

Otro asunto grave en mi opinión es el de las conexiones en el ámbito internacional. Me parece preciso que en los tiempos venideros, junto a una mayor potenciacíón de la Psicología en el campo de la Seguridad Vial, se incremente también nuestras presencia en el ámbito internacional, especialmente en el europeo. Es este un momento clave, en el que en Europa se están desarrollando y potenciando toda una serie de programas de investigación con importante presencia de psicólogos, de los que no podemos ser excluidos. Por otra parte, también se está produciendo en Europa, por parte de algunos sectores de la Psicología, un serio intento de aglutinar a los psicólogos del Tráfico, con la consiguiente creación de algunas organizaciones y la institucionalización de importantes cauces de comunicación científica, dimensiones estas de las que la Psicología española no puede quedar marginada. En todo caso yo soy optimista. Los psicólogos españoles actuales, respetuosos con el pasado, depositarios de una larga tradición en tomas de Seguridad Vial, seguro que sabremos también asumir los retos del futuro, y no perder la oportunidad de asentarnos definitivamente en un campo en el que tenemos mucho que decir v hacer.

Ciertamente tengo que decir que esto ha sido muy gratificante para todos nosotros, en dos sentidos. Por una parte, porque nos sirve de estímulo para seguir trabajando, en unas condiciones que a veces resultan especialmente duras, sobre todo por la falta de medios que en general padece la universidad. Por otra parte también nos ha sido gratificante, por cuanto significa de reconocimiento de que la Psicología, es y puede ser muy útil a la sociedad, en uno de sus temas de máxima preocupación como es el Tráfico y todos sus problemas derivados, en especial los accidentes.

Quiero por otra parte decir que todos estos premios y reconocimientos son en parte fruto de nuestro trabajo -claro-, pero también son en buena medida fruto del trabajo de todos aquellos que nos precedieron, y que con sus esfuerzos e investigaciones, han hecho posible que hayamos podido llegar a donde estamos ahora los psicólogos, en el campo del Tráfico y de la Seguridad Vial.

En primer lugar quiero decir que yo nunca pienso en este tema en singular, porque creo en el trabajo en equipo y porque los proyectos importantes ni pueden plantearse, ni realizarse si no es colaboración.

Por supuesto, el primer y más importante proyecto de futuro, es continuar investigando y trabajando en el tema del Tráfico. Aparte de esto y concretando algo más, tenemos prácticamente ultimada la creación de un Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial, que nos permitirá potenciar y canalizar investigaciones y trabajos, que son difíciles de realizar fuera de este tipo de instituciones.

Está también muy adelantado el proyecto de puesta en marcha de una revista española de Psicología y Seguridad Vial, que yo entiendo que es ya imprescindible, para poder difundir entre toda la comunidad científica, lo que se investiga en este campo en Psicología y ciencias afines.

Queremos también incrementar y ampliar nuestro banco documental; fortalecer las relaciones con colegas de otros países; ofertar más cursos de formación, de los que existe una gran demanda dentro y fuera de la Psicología etc. Todo ello sin dejar en ningún momento nuestra línea de vinculación con instituciones privadas y públicas, a las que la Psicología puede dar una interesante oferta en el campo del Tráfico y la Seguridad Vial.

Nace en Albacete en 1952. Es Licenciado en Filosofía por la Universidad de Valencia, Doctor en Psicología por la misma Universidad y Licenciado también en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es profesor de Psicología Básica de la Facultad de Psicología de Valencia, Facultad en la que ocupa el cargo de Decano desde 1988, donde también ocupa el cargo de Director de la Unidad de Investigación en Psicología y Seguridad Vial.