Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1992. Vol. (53).
ROCÍO FERNÁNDEZ BALLESTEROS.
Universidad Autónoma de Madrid
El interesante y meritorio trabajo que, por encargo del COP, han realizado Díaz y Quintanilla, tiene por objetivos el análisis de la imagen social, la identidad y el rol profesional de los psicólogos, lo cual permitirá una política de «marketing» profesional del psicólogo. Pero además, el estudio de las actividades realizadas por los psicólogos nos permitirá una comparación entre lo que se enseña y lo que se hace. Ello, ¡ojalá! nos ayude al ajustar nuestras disciplinas universitarias aplicadas (ya que las básicas serían necesarias por sí mismas) haciéndolas más útiles y realistas, en consonancia con las exigencias de la profesión y la sociedad. Finalmente, el análisis de tareas realizadas por los psicólogos pudiera también poner de relieve la ausencia de algunas actividades innovadoras con las que los psicólogos están comprometidos en otros países y contextos.
Mi objetivo, lógicamente, va entrarse en el examen de las tareas que el psicólogo español realiza en el ámbito concreto de la evaluación psicológica.
Parece conveniente comenzar resaltando que las tareas incluidas en el extenso cuestionario aplicado a una muestra representativa de psicólogos han sido redactadas con base en un no muy especificado proceso en el que se consultó a un conjunto de jueces y especialistas a la hora de elaborar un inventario de tareas que, más tarde, fueron utilizadas en un estudio piloto y, finalmente, en la encuesta. Son, pues, esos jueces y especialistas (en número no determinado) los «responsables» de la presencia o ausencia de las tareas implicadas en cada uno de los contextos aplicados. Ello, que no resta mérito y valor al estudio, si permite plantear que el análisis realizado pudiera no ser representativo del con conjunto de la actividad del psicólogo. Esta salvedad se realiza con el fin de justificar mi ausencia de implicación en los resultados que aquí se van a comentar. Cualquier presencia o ausencia de una determinada tarea depende pues, de los criterios previos establecidos por tales jueces. Dicho esto, pasemos a analizar las tareas evaluativas ejecutadas por los psicólogos pertenecientes al COP a través de dos distintos tipos de análisis. En primer lugar, he tratado de establecer el número relativo de actividades más frecuentes y aquellas incluidas en cada ámbito aplicado y, en segundo lugar, comentará la frecuencia con que cada actividad evaluativa aparece en los distintos ámbitos establecidos por los autores en el análisis de datos.
En la Tabla I se presenta el peso relativo de las tareas propias de la evaluación psicológica en cada una de las áreas o contextos de aplicación presentes en la encuesta. He de señalar que tuve acceso (1) a los primeros análisis de los datos y que, por tanto, presento algunos resultados no incluidos en la versión del trabajo que aquí se presenta. El 48 por 100 del total de las tareas más realizadas por los psicólogos (Tabla 27), el 48 por 100 comprometen -total o parcialmente- la evaluación psicológica y, así mismo, de las que realizan los psicólogos con mayores ingresos (Tabla-28), el 48,5 por 100 son tareas prioritariamente de evaluación. De las áreas aplicadas, la Psicología Vital y la Penitenciaria cuentan con un 100 por 100 de tareas evaluativas, en Psicología de la Organización y del Trabajo y de la Educación presentan un peso respectivo del 90 y el 70 por 100 (respectivamente) en este tipo de tareas. En el área clínica de la salud casi la mitad de la actividad del psicólogo es evaluativa mientras que en Psicología Jurídica y de 'os Servicios Sociales tal presencia decrece al 30 y el 20 por 100, respectivamente. Podríamos concluir diciendo que la evaluación está presente en cualquier área aplicada y que, en la mayor parte de ellas, la evaluación psicológica supone más de la mitad de la actividad del psicólogo.
Pero, veamos con un poco más de atención las tareas evaluativas más representativas de los distintos ámbitos de aplicación. En el ámbito de la Psicología Clínica y de la Salud se han inventariado actividades en las que están implicadas la evaluación y el tratamiento (por ejemplo «Diagnóstico y tratamiento de problemas de depresión») junto con otras puramente evaluativas. De entre estas últimas, las tres actividades realizadas por un mayor número de psicólogos son las siguientes: «Diagnóstico de pacientes» (45,2 por 100), «realización de entrevistas de diagnóstico clínico» (45 por 100) y «diagnóstico del problema del paciente y posterior remisión a un especialista» (38,9 por 100).
En el ámbito de la Psicología Educativa encontramos dos bloques de tareas evaluativas, de un lado aquéllas implicadas en el «diagnóstico y tratamiento de ... » distintos tipos de problemas y aquellas otras que se refieren a actividades puramente evaluativos o diagnósticos. De entre las primeras, la más citada es la relativa al «diagnóstico y tratamiento de dificultades de aprendizaje» (39,6 por 100); de entre las segundas, el orden de frecuencia de las más importantes es como sigue: «Elaboración de informes de diagnóstico de los niños» (35,7 por 100)- «elaboración de informes sobre niños evaluados y tratados» (34,6 por 100). Hay que resaltar que en los primeros análisis de ésta aparecían las siguientes tareas evaluativas: «Pase de pruebas colectivas o individuales» (24,9 por 100) y «baremación de pruebas de madurez para niños» (23 por 100).
Por lo que se refiere al ámbito de la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones no sólo existe un gran número de tareas puramente evaluativas, sino que éstas son las que los psicólogos españoles consultados citan con mayor frecuencia. Así, las cinco más importantes son las siguientes: «Participación en procesos de selección como evaluador en alguna de sus fases» (18,5 por 100), «realización de entrevistas de selección» (17,8 por 100), «administración de pruebas de evaluación» (17,6 por 100), «evaluación psicológica de candidatos» (17,1 por 100), «corrección de pruebas de evaluación» (16,7 por 100), «valoración y análisis de datos obtenidos en pruebas psicotécnicas» (16,4 por 100), «valoración y preselección de candidaturas» (15,9 por 100). En resumidas cuentas, las actividades de evaluación tanto por su número como por su frecuencia, parecen constituir la actividad principal de los psicólogos que trabajan en este contexto.
En el ámbito de los servicios sociales, las tareas evaluativas ocurren en mucha menor medida y pueden ser divididas en dos bloques. El rimero de ellos hace referencia a la metodología de evaluación; así, por ejemplo, «evaluación de resultados de un programa de intervención» (6,6 por 100). Por otra arte, tareas de evaluación relacionadas con las poblaciones especiales como «diagnóstico personalizado de problemas de drogodependencia» (4,9 por 100).
En definitiva, los resultados procedentes del análisis de las tareas que informan ejecutar los psicólogos españoles pone de relieve lo siguiente: 1) £a evaluación en todas sus dimensiones (planificación, aplicación de pruebas, realización de informes, etc..) está presente en todos los contextos de la Psicología Aplicada. 2) En todos los contextos aplicados las tareas evaluativas parecen ejecutarse con semejante e, incluso, mayor frecuencia que otras actividades psicológicas (excepción hecha del área de Servicios Sociales). Ello ocurre en mayor medida en aquellas áreas con desarrollos recientes de la Psicología Aplicada como en la Psicología Vial o Penitenciaria. En todo caso parece claro que la evaluación psicológica supone un conjunto de actividades presentes en todos los contextos aplicados y, desde luego, previas a cualquier otra acción psicológica interventiva.
Por otra arte, estos resultados y su distribución nos lacen reflexionar sobre la importancia de la formación de determinadas actividades que no están presentes en los programas universitarios de evaluación psicológica y cuya incidencia puede ser tomada como un análisis de necesidades de formación.
Por otra parte, parece también conveniente poner de relieve la ausencia en los listados de tareas renovadoras. Así, sorprende no encontrar actividades relativas a la valoración de programas y acciones sociales, de salud o de intervención psicológica en todos los ámbitos aplicados como sorprende, también; no encontrar actividades de análisis y valoración ambiental e institucional. Sin embargo, es posible que esto sea así bien por no haber sido incluidas inicialmente por los expertos o bien por no haber sido avaladas en el estudio piloto o, de otro modo, porque realmente no hayan sido introducidas, todavía, por desconocimiento de los respectivos responsables del ámbito de aplicación. La Psicología entraña una profesión enormemente plástica y flexible cuyos hallazgos son útiles en múltiples áreas y ámbitos sociales, en constante cambio y evolución. Demostrar nuestra capacidad para dar respuesta al más variado tipo de problemas personales y sociales es nuestra responsabilidad y nuestro desafío.
Material adicional / Suplementary material
Tabla 1. Tareas evaluativas y contextos aplicados en psicólogos del C.O.P.