Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1992. Vol. (54).
JUAN CARLOS DURO
¡Maldito mes de agosto!
En este fastuoso mes de agosto con la resaca de los juegos Olímpicos y en pleno calor de la Expo de Sevilla, nos llegaba a través de la prensa la noticia de la muerte de dos grandes personajes de las Ciencias Sociales de nuestro entorno científico y profesional: Jesús Ibáñez y Félix Guattari.
Ambos, como queriendo huir definitivamente de los fuegos artificiales de la sociedad del espectáculo a la que tan lúcidas críticas dedicaron, fueron a morir en Francia cuando apenas habían pasado los sesenta años. Ibáñez en Rouen el miércoles 5 y Guattarí en La Borde el sábado 29.
Jesús Ibáñez y Félix Guattari, sociólogo el primero y filósofo y psicoanalista el segundo, han ejercido una importante influencia en muchos profesionales del campo de las Ciencias Sociales entre los que se incluyen numerosos psicólogos que se dedican a la investigación social, especialmente de carácter cualitativo (J. Ibáñez) o al campo de la salud mental y/o al análisis institucional (F. Guattari).
Jesús Ibáñez, definido por Alfonso Ortí como un «antropólogo a la inversa» por su agudeza de análisis de la sociedad urbana desde sus orígenes rurales (1), ha sido uno de los padres de la llamada Escuela de Sociología Crítica de Madrid cuyas aportaciones podemos cifrarlas a varios niveles. Por un lado, a nivel ideológico-político manteniendo a lo largo de su vida un claro compromiso a favor de los menos favorecidos y con críticas radicales hacia el «establishment».
Esta postura ideológica, cuyo correlato político fue la militancia en organizaciones políticas de izquierda (Frente de Liberación Popular. El célebre Felipe) y movimientos sociales de base (Asociaciones de Vecinos, Movimiento Anti-Otan, etc.) «favoreció» su marginalidad, hasta su incorporación como catedrático de Métodos y Técnica de Investigación Social en la Facultad de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid donde ha impartido formación en los últimos trece años.
Sin embargo, posiblemente su legado más importante haya que situarlo a nivel metodológico y técnico donde, ejercitando el oficio de sociólogo en palabras de P. Bourdieu (2), ha hecho aportaciones epistemológicas para la investigación social al integrar conocimientos provenientes de la física, cibernética, dialéctica, psicoanálisis y lingüística, entre otras disciplinas. El fruto de esta condensada producción intelectual lo podemos encontrar en sus dos obras más representativas, ambas publicadas por Siglo XXI «Más allá de la sociología». El grupo de discusión: Técnica y Crítica (1979) y «Del algoritmo al sujeto» (1985) (3). Los psicólogos, al igual que sociólogos, publicistas, economistas, que trabajan, por ejemplo, en la investigación de mercado necesitarían poco para recordar a Jesús Ibáñez cada vez que se enfrenten a un grupo de discusión o analizar un discurso grupal. Desde aquí también lo recordemos nosotros.
Ahora bien, si Jesús Ibáñez a nivel de sus prácticas profesionales, se autodefiniría básicamente en una perspectiva estructura a Félix Guattari lo colocaría, sin duda, en una perspectiva dialéctica, es decir, de intervención.
Efectivamente, F. Guattari, que políticamente ha recorrido la militancia de mayo del 68 hasta los actuales movimientos ecologistas franceses, se ha distinguido por su pertenencia a distintos grupos interdisciplinarios de intervención, junto a personas tan conocidas como Francoise Dolto, Maud Mannoni, Tosquelles, Jean y Fernand Oury, R. Laing y el mismo Lacan. Miembro de la Escuela Freudiana de París siempre mantuvo posturas críticas hacía la institucionalización del psicoanálisis y especialmente hacia el dogmatismo de las escuelas y camarillas psicoanalíticas. Quizá su libro más célebre, escrito en 1972 en colaboración con G. Deleuze, el Anti-Edipo sea la obra más paradigmática de la apertura de su pensamiento analítico hacia planteamientos más institucionalistas como lo muestra su relevante concepto de transversalidad desarrollado en su libro Psicoanálisis y Transversalidad (1972).
El mismo se atribuye la paternidad del término análisis institucional (4), lo que nos da una idea de su propia implicación en la crítica de las instituciones francesas. Primero como animador y luego como analista ha trabajado, en las últimas décadas en la Clínica Psiquiátrica La Borde fundada por J. Oury. Desde esta práctica profesional ha contribuido al desarrollo de nuevas formas asistenciales en el medio psiquiátrico con un mayor protagonismo de los llamados enfermos mentales.
F. Guattari, propulsor incansable de dispositivos grupales de intervención en el ámbito de la psiquiatría, de la lucha contra la represión, de las radios libres, del ecologismo, etc., ejercitó el concepto de implicación (muy propio del análisis institucional), pero una implicación rizomática (5) (añadimos nosotros), es decir, abierta y expansiva. Una implicación en lucha permanente contra fenómenos de inercia burocrática y conservadurismo. Aquí en este punto se encuentran de nuevo J. Ibañez y F. Guattari. Descansen en paz.
BIBLIOGRAFIA
(1) Ortí A.: La forja de un sujeto. Populismo y radicalismo en la matriz ideológica de Jesús Ibáñez. El Mundo. 12 de septiembre 1992.
(2) Bordieu, P.: El oficio de sociólogo. Siglo XXI.
(3) Ibáñez, J.. Autopercepción intelectual de un proceso. Revista Antropos. Noviembre, 1990.
(4) Entrevista a F. Guattari: La intervención institucional. Folios Ediciones. México, 1981, pg. 93-122.
(5) Guattari, F.: Rizoma, 1976.