Papeles del Psicólogo, 1995. Vol. (62).

Jorge A. Santos y Antonio M. Barros

Departamento de Psicología de la Universidad de Minho y Coordinadores de la división de Psicología del Tráfico de la APPORT.

Los psicólogos que trabajan en este dominio tienen una formación de base en Psicología (Licenciatura) en las escuelas públicas y privadas de Psicología. Estos estudios tienen una duración de 5 años, siendo los dos últimos de pre-especialización en una de las áreas de intervención psicológica (educativa, clínica, social-organizacional y justicia/reinserción social). Esta situación es común a las diversas escuelas.

Se desprende de lo expuesto que no existe una formación específica en el Area de Trafico y Seguridad Vial. Los psicólogos que trabajan en este dominio provienen de cualquiera de las áreas arriba referidas, sin embargo, podemos apuntar que existen conexiones más fáciles con la Psicología Social y de las Organizaciones. Se desprende de lo expuesto que es un área de trabajo de los psicólogos de Portugal bastante nueva e incipiente. No obstante, están aconteciendo algunos cambios en el presente y se espera una razonable consolidación de este área en un futuro próximo.

Por ejemplo, mencionaremos que la Asociación de los Psicólogos Portugueses (APPORT) acaba de crear una División de Psicología de Tráfico que integra a los asociados que se encuentran trabajando o desarrollando investigación en este dominio. Esta División viene a completar las otras seis Divisiones ya existentes: Psicología Clínica y de la Salud; Psicología Escolar y Educativa; Psicología, Acción Social y Justicia; Psicología Social y Organizacional; Psicología Militar; Psicología del Deporte y de la Actividad Física.

Es importante mencionar además que, como consecuencia de algunas reuniones de los profesionales e investigadores del área, se estudia la posibilidad de creación de un postgraduado específico para la revalorización profesional y especialización de los psicólogos que trabajan en este dominio.

Las principales áreas de intervención en Psicología del Tráfico son, en el momento presente: (a) evaluación y selección de conductores y aspirantes a conductores, (b) la formación de instructores de conducción1, y (c) la seguridad y prevención vial.

Cualquier psicólogo, siempre que cumpla las disposiciones legales que determinan los tests a utilizar y los procedimientos de evaluación, puede evaluar conductores o aspirantes a conductores de las siguientes categorías: (i) Conductores de Vehículos Pesados de Materias Peligrosas (combustible, gas, explosivos, etc…), (ii) Conductores de Vehículos Pesados de Pasajeros, y (iii) Aspirantes a Instructores de Conducción. En la práctica la mayor parte de estas evaluaciones son realizadas en empresas/gabinetes privados de práctica psicológica, a solicitud de los individuos singulares, empresas o instituciones públicas.

Paralelamente a los casos antes referidos son además objeto de evaluación psicológica: (i) los conductores implicados en accidentes graves o que han cometido determinadas infracciones (en general, accidentes o infracciones que impliquen una suspensión del permiso de conducción superior a tres meses), y (ii) los conductores sobre los cuales las autoridades médicas tengan dudas sobre sus capacidades, en el momento de la renovación de su permiso de conducir (examen médico obligatorio cuando las personas muestran determinadas dificultades o deficiencias definidas legalmente). Esta últimas evaluaciones psicológicas sólo pueden, por ley, ser realizadas en los Servicios de Psicología de la Dirección General de Tráfico. Más recientemente y, en base a un protocolo específico, tales evaluaciones pasarán también a ser realizadas igualmente en el Laboratorio de Psicología de la Universidad de Minho.

Los cursos para aspirantes a instructores de conducción tienen, por ley, un componente de formación en Psicología y Pedagogía integrando contenidos sobre cuestiones de aprendizaje y motivación, en general, y una introducción a las dimensiones psicológicas implicadas en la conducción de vehículos automóviles. Juzgamos sobre todo que es un área que deberá ser mejor explorada en los desarrollos futuros de este área de especialización de la Psicología en Portugal.

Aún no existe en este dominio un marco legal, que obligue a una intervención psicológica; existen algunos Psicólogos en Portugal que participan en la elaboración de campañas publicitarias de prevención vial, acciones de formación y divulgación entre los conductores, entre los estudiantes en las Escuelas Básicas y Secundarias, o entre la población en general. Se trata también de una de las áreas más prometedoras de intervención psicológica en el futuro en lo que concierne a la Psicología del Tráfico en Portugal.

La mayor parte de los proyectos de investigación que se han desarrollado en Portugal, sobre los comportamientos de los conductores lo han hecho de forma discontínua y para dar apenas respuesta a demandas puntuales de instituciones públicas y privadas interesadas.

Existen actualmente dos proyectos de investigación, estructurados, con una duración prevista de 3 años, financiados por la Junta Nacional de Investigación Científica y Tecnológica. Uno de los proyectos lo es en el área de las actitudes y el análisis de la intención de los conductores de transgredir la normas legales y de seguridad. Un segundo proyecto es en el área del procesamiento de la información visual (detección de movimiento). Ambos proyectos están dirigidos por investigadores del Laboratorio de Psicología de la Universidad de Minho, teniendo además como entidades asociadas la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Porto (Laboratorio de Análisis de Tráfico), la Facultad de Psicología y de Ciencias de la Educación de la Universidad de Porto, la Facultad de Psicología y de Ciencias de la Educación de la Universidad de Coimbra, el Instituto Superior de Psicología Aplicada, la Dirección General de Tráfico y la Guardia Nacional Republicana (Policía de Tráfico).