Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1981. Vol. (0).
Carlos Camarero Sánchez.
Tribuna remitida a "El País"
Hemos asistido últimamente (sobre todo en el cálido y largo verano) a un auténtico bombardeo de críticas, contracríticas, puntualizaciones, declaraciones, etc... por parte de los sectores y organismos implicados, a propósito de la entrada en funcionamiento de los Centros de Promoción de la Salud (C.P.S.) promovidos por el Ayuntamiento de Madrid, entrando en la polémica colectivos de profesionales que reivindican funciones y paternidades a la vez que establecen denuncias de supuestas secretas intenciones en los responsables de llevar a cabo el programa de los Centros, por medio de las cuales se les otorga dudosa credibilidad.
Es por ello que el colectivo de profesionales integrado en el Colegio Oficial de Psicólogos, relacionado con el tema por contar entre los equipos de los Centros con especialistas de la Psicología y, dadas las informaciones que se han colado en la pugna que, cuando menos, pueden calificarse de erróneas y que pueden poner en entredicho la solvencia moral y profesional de los psicólogos en general; quiere salir al paso de aquellas y hacer las siguientes puntualizaciones:
1. El Colegio Oficial de Psicólogos, estudiados los documentos y declaraciones pertinentes en cuanto a las intenciones programáticas en las que se apoya el Ayuntamiento de Madrid para la creación y puesta en marcha de estos Centros y la definición que de ellos ha hecho, considera que está favoreciendo la elevación de la salud pública y la prevención de situaciones ambientales que producen enfermedad. Premisas programáticas primordiales para la elimina-ción de causas productoras de desajustes físicos y psicológicos.
Los servicios de que constan estos Centros (planificación familiar, educación sexual, salud mental, puericultura y cuidados materno-infantiles, salud comunitaria, asistencia social, etc...) dan una idea clara de las intenciones que mueven a los responsables de su puesta en práctica y del conocimiento de las exigencias sociales al pretender convertirlos en un auténtico servicio público al que pueden acceder todos los ciudadanos, en especial, pensamos, los núcleos más desfavorecidos por la política oficial que se practica en este sector.
2. No estamos seguros de cuáles son las intenciones claras de la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos para formular, en los términos en que lo ha hecho, su radical oposición a que dentro de la plantilla de los C.P.S. figuren psicólogos.
Pero en la forma en que se han dado las manifestaciones públicas al respecto por parte de sus responsables, dejan traslucir el argumento de la "no cualificación" sanitaria de estos profesionales, como si las situaciones sociales y psicológicas que impiden mantener sana a la población fueran competencia exclusiva de un grupo profesional determinado.
3. De todo ello debemos informar a la opinión pública que existen en nuestro país muchos psicólogos (especialista en la ciencia del comportamiento) que son los únicos profesionales capacitados por los planes de estudio al uso en nuestras Universidades, para cubrir las lagunas asistenciales en materias conductual y comportamental, para satisfacer la demanda social que en los problemas relacionados con aquella, se detecta en todos los niveles de la población.
El componente psicológico y social del enfermar puede ser tratado por los profesionales de la psicología, en relación interdisciplinaria con otras ciencias para alcanzar soluciones de conjunto.
4. No entramos en la licitud o ilicitud de la reestructuración de plantillas y reclasificación de puestos de trabajo, pero no parece descabellado el utilizar esa vía en función de los objetivos a cubrir por esos Centros. Por ello no entendemos esa oposición a que sean reconvertidas ciertas plazas para ser cubiertas por psicólogos, si es la única posibilidad de que completen dichas plantillas adecuadamente.
5. Por otro lado y a la vista de argumentos en contra de esa reclasificación instrumentada en los C.P.S. basada en el paro de los médicos; este Colegio de Psicólogos puede aportar los datos del mayor índice de paro de entre los titulados universitarios sin que ello lo haga como una ostentación. Titulados sin trabajo o subempleados injustificadamente, sobre todo a la vista de la demanda que se advierte en todos los órdenes de la vida comunitaria, por darse situaciones ambientales que producen la ausencia de salud mental en el individuo.
6. Sólo podemos entender dicha oposición si la analizamos a la luz de una cierta idea de prepotencia de ciertos sectores profesionales que se niegan a admitir los nuevos aportes científicos de las nuevas profesiones que surgen por necesidad social que, creemos, deben expandirse conforme a la demanda que de sus servicios hagan los propios afec-tados.
En este sentido, dicha oposición la entendemos como intento de golpe de fuerza de algunos sectores de profesión instaurada que pretende acaparar poder y funciones con el fin de mantener su hegemonía dentro de un campo que ya no le es exclusivo, haciendo la salvedad de aquellos grupos y personas de ese mismo colectivo que apoyan nuestras propuestas y planteamientos.
7. Por otro lado, queremos informar a la opinión pública, que el Ayuntamiento de Madrid tampoco ha tenido en cuenta al Colegio de Psicólogos para la elaboración de ningún informe sobre la creación de plazas de psicólogos, ni de los C.P.S.; ni ha evacuado consultas sobre las necesidades que en las materias de su competencia podía y debía analizar y ayudar a crear opinión en los organismos correspondientes, ni ha tenido en cuenta del derecho que le asiste a este Colegio a participar en todo aquello que tenga relación con situaciones profesionales y científicas en las materias que son de su única competencia.
8. Queremos advertir al Ayuntamiento (es decir, a los responsables de las áreas de las que estamos hablando), que el contar con el asesoramiento de psiquiatras no suple en modo alguno la necesidad de asesorarse de psicólogos, ya que existen diferencias sustanciales de concepción en materia de salud mental y de otra índole, aunque en el trabajo aplicado se complementen y caminen juntas ambas disciplinas.
9. Podemos entender dicho olvido en función tan solo de nuestra reciente creación como Colegio y no tener todavía la suficiente fuerza para mover las cantidades de tinta de imprenta que consumen otros colectivos. Pero la Psicología empieza a ser en nuestro país una realidad no solo por la novedad social que representa la profesión, sino porque se inserta en actividades y problemas ya viejos con una concepción moderna de análisis del comportamiento de las personas y los grupos en relación con sus realidades cotidianas e inmediatas; así como por la utilización de técnicas nuevas en la resolución de los conflictos del medio.
Por todo ello (y por mucho más que sería prolijo enumerar aquí) la psicología se hace imprescindible y por tanto la actividad de sus técnicos y profesionales, los psicólogos; y su único órgano legal de representación, el Colegio Oficial de Psicólogos, debe estar presente allí donde los temas de su competencia se vayan a discutir.
10. Y por último, quiero dejar claro que nuestra postura no está motivada por un planteamiento corporativista trasnochado y ramplón, sino que va encaminada a la formulación de un sistema de asistencia psicológica preventiva como servicio público derivado del derecho que tiene todo ciudadano de contar entre sus aspiraciones con una mayor calidad de vida.